solo salen de mi mente,
para ser plasmadas en mi diario intimo virtual.
Deben pensar que es una tontería hacer esto,
que soy una cobarde
...y es verdad.
Este es mi pequeño cielo, donde dejo escapar
cada palabra que me tortura.
Las libero a su muerte... a la condena de no ser leídas
por la persona a las cuales quieren dirigirse,
de quizás no poder ser interpretadas
por cualquier extraño que intente revivirlas.
La única resurrección es la que mis ojos les dan a veces,
palabras, frases, escritos..
que cobran sentido en la mente de quién los creó.
Que renacen para volver a golpear las paredes de mi mente
ordenandose en nuevas frases
para volver a la misma tumba de mi escribir.
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